El Real Madrid Castilla inicia este fin de semana una nueva aventura en la Primera Federación bajo la batuta de Álvaro Arbeloa, quien releva a Raúl González como técnico del filial. El equipo debutará el fin de semana del 30-31 de agosto en el estadio Alfredo Di Stéfano, recibiendo al CD Lugo en lo que se espera sea un arranque trepidante para el nuevo curso.

Este año el Castilla ha sido integrado en el Grupo I, que reúne filiales históricos y clubes de gran tradición como Racing de Ferrol, Tenerife, Athletic Club B o la SD Ponferradina. Esta reubicación regional supone una ruta complicada, con viajes exigentes por toda la geografía, desde Galicia y Asturias hasta Extremadura, Castilla y León y Canarias, aumentando el reto competitivo desde el día uno.

El equipo y su estrategia

Álvaro Arbeloa afronta su primera temporada como entrenador del filial con la intención de combinar proyección y competitividad. Tras liderar el ascenso del Castilla como jugador en 2004-05, ahora afronta el reto desde el banquillo, con un equipo que busca consolidarse en Primera Federación, aspirar al playoff e incluso pelear por el ascenso directo.

El Castilla encara este inicio con futbolistas emergentes, con ganas de demostrar que la cantera merengue mantiene su poderío. Aunque aún no se han publicado los nombres más destacados del equipo para esta temporada, está claro que el bloque y la juventud serán sus grandes armas.

Este duelo inaugural servirá como termómetro para medir el potencial real de la plantilla y el impacto de Arbeloa desde el banquillo. La afición espera energía, verticalidad y una identidad de juego fiel a los valores del club.

Arrancar en casa es una oportunidad que el Castilla no puede desaprovechar. Frente al Lugo, el filial merengue debe mostrar su ambición cualitativa y competitiva desde el minuto 1. Con un técnico que conoce el ADN del club, un calendario exigente y la ilusión de la cantera, todo está preparado para que el debut marque el tono de una temporada apasionante.