La victoria ante el Ceuta refuerza un proyecto que aún busca estabilidad pero empieza a mostrar señales de madurez competitivaFoto: Álex Ortiz (propia)

El pasado domingo 16 de noviembre el CD Leganés se hizo con la victoria por 1-2 frente al AD Ceuta en el Estadio Municipal Alfonso Murube con goles de Rubén Peña y Diawara. De esta forma el club pepinero consigue reencontrarse con su identidad y coger aire; a la vez escalar posiciones en la clasificación tras un mal arranque en la competición doméstica.

Un triunfo que vale más que tres puntos

La gran victoria del Leganés fuera de casa supone mucho más que sumar los tres puntos en la clasificación. Supone un gran mensaje para club y afición ya que el equipo pepinero empieza a recuperar sensaciones y su estilo de juego. En un escenario emocionalmente cargado, con el Alfonso Murube aún afectado por el reciente fallecimiento de uno de sus aficionados la pasada jornada y que obligó a suspender el encuentro ante el Almería, el Lega supo competir con oficio y madurez. No fue brillante, pero sí efectivo. Supo sufrir, aprovechar sus momentos y neutralizar el empuje de un Ceuta que en casa había mostrado una dinámica positiva.

Los pepineros se reencontraron con una versión reconocible: orden, intensidad y capacidad para golpear cuando el partido lo pedía. En una categoría tan cruel como La Liga Hypermotion, donde cada punto cuesta, este tipo de victorias son capitales. No se trata solo del resultado, sino del mensaje que envían al vestuario, el equipo puede imponerse incluso en escenarios adversos.

Paco López gana oxígeno

El triunfo también sirve para rebajar el ruido que rodeaba a Paco López. La irregularidad del inicio liguero había alimentado el debate sobre la solidez del proyecto, especialmente por la falta de continuidad en la propuesta y la fragilidad defensiva en algunos tramos. Frente al Ceuta, el equipo mostró una estructura más firme y una reacción más coherente tras pérdida. 

Aun así, la victoria no resuelve el dilema de fondo. La Liga Hypermotion no perdona bajones y cada semana vuelve a poner a prueba a los entrenadores. Paco López gana crédito, sí, pero necesita encadenar sensaciones y puntos para disipar del todo las dudas. El Leganés no está llamado a competir únicamente, si no que por plantilla y exigencia, debe aspirar a mirar hacia arriba y no a coquetear con la zona baja de la tabla clasificatoria.

La afición vuelve a conectar con el equipo

Otro aspecto relevante fue la recuperación del vínculo con la grada. Aunque el partido se disputó fuera, el mensaje viaja rápido: la hinchada pepinera necesitaba una señal de orgullo y compromiso. En las últimas jornadas, Butarque había mostrado cierta frialdad y descontento, fruto de la desilusión por el mal arranque liguero. La implicación del equipo en Ceuta transmite algo distinto, demostrando carácter, actitud y una intención clara de reencontrarse con su identidad.

Si el Leganés quiere estabilizarse, necesitará recuperar Butarque como fortín. Esta victoria no lo garantiza, pero sí abre la puerta. El Leganés mostró argumentos sólidos para creer en su recuperación, pero también mantiene algunos retos importantes como mejorar la continuidad ofensiva, reducir desconexiones defensivas y sostener un nivel competitivo que hasta ahora ha sido irregular.

La Liga Hypermotion es larga y exige regularidad. Si el equipo consigue transformar esta victoria en una dinámica, podrá mirar hacia zonas más ambiciosas. Si no, la euforia durará poco. Por el momento el Leganés puede respirar un poco más pero no puede olvidarse de sus aspiraciones. Debe utilizar esta gran victoria fuera de casa para renovar energías y dar ese salto de ambición y calidad que le permita acercarse a las posiciones de arriba.