En Anfield el Liverpool consiguió una victoria agónica por 3-2 ante el Atlético de Madrid en su estreno en la Champions League 2025-26 una noche marcada por la emoción hasta el último segundo cuando Virgil van Dijk conectó un cabezazo tras un corner para decidir un partido que parecía condenado al empate.
Un gol que dio esperanzas
El arranque fue demoledor para el equipo inglés tan solo a los cuatro minutos Andy Robertson inauguró el marcador al desviar un balón lanzado de falta por Mohamed Salah sorprendiendo al portero Jan Oblak minutos después Salah amplió la ventaja tras una combinación con Ryan Gravenberch regateando a tres defensores y definiendo con frialdad ante la mirada de la zaga rojiblanca.
El Atlético de Madrid reaccionó justo antes del descanso cuando Marcos Llorente recortó distancias en el añadido del primer tiempo aprovechando un balón suelto en el área pequeña el tanto insufló esperanzas al conjunto de Diego Simeone que salió decidido en la segunda mitad a recuperar terreno.
Anfield empuja mucho
Ya avanzada la segunda parte el Atlético igualó tras un disparo de Llorente en el minuto 81 un volea espectacular que sufrió una desviación obligó a Alisson a estirarse pero no lo suficiente para evitar que la red temblara de nuevo y el marcador mostrara un inquietante 2-2.
Con ese empate parecía que los puntos estaban repartidos sin embargo el Liverpool demostró su carácter en momentos finales dominando la posesión generando saques de esquina y lanzando centros al corazón del área hasta que llegó el instante decisivo en el tiempo de descuento cuando el capitán van Dijk se elevó entre los defensores para rematar con potencia un centro preciso desde la esquina sellando el triunfo justo cuando el público rojo había comenzado a gritar el empate.
El técnico Arne Slot obtuvo un comienzo triunfal en la fase de grupos gracias a una victoria que se tornó épica ante un rival que dio la cara durante todo el partido mostrando garra y capacidad de reacción.
Para el Atlético de Madrid quedan las dudas sobre eficiencia ofensiva y concentración defensiva tras encajar en los instantes clave mientras que el Liverpool celebró no solo los tres puntos sino también una prueba más de su resiliencia en Europa capaz de sobreponerse a momentos adversos y de cerrar partidos cuando el silbato parece acercarse al final.
