Victor Muñoz intentando quitarle un balón a Giménez. Foto: Álex Ortiz (PROPIAS)

El Atlético de Madrid logró una victoria trabajada por 1-0 ante Osasuna en casa, en la novena jornada de liga, en un duelo con más tensión que brillantez. El único tanto llegó gracias a Thiago Almada en el minuto 69, después de una jugada que reflejó la paciencia y el desgaste propio de un partido cerradísimo.

Primer periodo de dominio sin puntería

Desde el inicio, el Atlético mostró su intención de llevar el juego, con mayor posesión (58,6 %) frente a los visitantes (41,4 %). Sin embargo, pese al dominio territorial, las ocasiones claras fueron escasas. Osasuna se defendió con orden, proponiendo un bloque bajo que dificultó las líneas de pase del equipo colchonero.

El conjunto rojiblanco lo intentó por todos los frentes: por banda, con interiores y con transición rápida, pero sin acierto en el último tercio. Osasuna, por su parte, aguardó su momento y estuvo cerca de sorprender al contragolpe, aunque sin concretar.

Giménez y Almada celebrando un gol. Foto: Álex Ortiz
(PROPIAS)

Gol que rompe la igualdad y definición del triunfo

En la segunda mitad, el encuentro se mantuvo en la tónica del primer acto: el Atlético con el mando, Osasuna aguantando cada envite. El gol decisivo llegó tras una combinación colectiva en la que Almada, bien ubicado, ejecutó con frialdad para mandar el balón al fondo de la red. La jugada culminó justo en el momento que el rival mostraba signos de desgaste.

Con el marcador a favor, el Atlético se refugió algo más en la seguridad defensiva, bajó el ritmo de los envíos largos y apostó por mantener la ventaja. Osasuna intentó reaccionar, pero la falta de profundidad sumada al buen hacer del meta local impidió la igualada.

Los jugadores del Atlético de Madrid celebrando un gol. Foto: Álex Ortiz (PROPIAS)

Con esta victoria, el Atlético de Madrid suma tres puntos valiosos que refuerzan su posición en la tabla y permiten mantener el pulso entre los aspirantes. La solidez defensiva, el control del tempo de partido y la aparición oportuna de Almada marcaron la diferencia.

Por su parte, Osasuna se va del campo con la sensación de haber resistido mucho, pero de no poder rematar la apuesta ofensiva cuando la ocasión lo requería. Un equipo que está construyendo una identidad y que necesitará mejorar su eficacia para dar un salto cualitativo.