El Real Betis afronta el inicio de la temporada 2025-26 con un golpe duro: su mediapunta estrella, Isco Alarcón, ha sufrido una nueva fractura sin desplazamiento en el tercio medio del peroné izquierdo, fruto de una dura entrada durante el último amistoso de pretemporada frente al Málaga en La Rosaleda.
La acción tuvo lugar en los minutos finales de la primera parte, cuando David Larrubia impactó con fuerza en el tobillo izquierdo de Isco, misma zona que ya fue operada en 2024. Aunque el daño anterior estaba resuelto, el golpe despertó todas las alarmas. El jugador aguantó hasta el descanso, pero posteriormente fue sustituido y abandonó el estadio en muletas, mostrando signos evidentes de dolor y llevando un vendaje notable.
Estará de baja hasta noviembre
El parte médico oficial del club confirma la fractura y describe un tratamiento conservador sin intervención quirúrgica por el momento. Se estima que Isco estará fuera de los terrenos de juego durante aproximadamente tres meses, lo que lo deja fuera desde el inicio de la temporada hasta mediados o finales de noviembre. Esto implica la ausencia en unas 11-12 jornadas de liga —incluyendo partidos clave contra rivales de altura— y en las primeras jornadas de la fase de grupos de la Europa League. El club ya está reconfigurando sus planes ante esta situación.
La baja de Isco supone un duro revés para el Real Betis y su entrenador, Manuel Pellegrini. El equipo pierde a su generador de juego principal, cuya creatividad y experiencia dentro del campo son esenciales tanto en LaLiga como en Europa. Ante su ausencia, el club podría relanzar su interés por fichajes como Dani Ceballos o Antony, aunque estos movimientos requerirían importantes inversiones. Por su parte, David Larrubia se ha disculpado públicamente por la entrada accidental que causó la lesión, lamentando profundamente lo ocurrido.
Isco no sólo es una figura clave en lo futbolístico, también lo es en lo anímico. Su liderazgo y experiencia en el vestuario, junto con su rol como referente del club, hacen que su ausencia impacte más allá del terreno de juego. El Betis confía en su evolución favorable, pero la realidad es que su recuperación definirá buena parte del arranque liguero. El equipo, mientras tanto, deberá armar nuevas alternativas para hacer frente a lo que resta de temporada sin su “10” indiscutible.
